5. Con tremendas cosas, en justicia, nos responderás tú, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra y de los mares más remotos.
6. Tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de poderío;
7. el que calma el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas, y el alboroto de las naciones.
8. Por tanto, los habitantes de los confines de la tierra temen ante tus maravillas. Tú haces alegrar las salidas de la mañana y del atardecer.
9. Visitas y riegas la tierra; en gran manera la enriqueces; el río de Dios rebosa de agua; preparas el grano de ellos, porque así lo dispones.
10. Haces que se empapen sus surcos, los allanas; los ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
11. Tú coronas el año con tus bienes, y tus sendas destilan abundancia.
12. Destilan sobre los pastizales del desierto, y los collados se ciñen de alegría.
13. Se visten los llanos de manadas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo y aun cantan.