Reina-Valera 1909

Salmos 119:108-123 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

108. Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables las ofrendas voluntarias de mi boca; y que me enseñes tus juicios.

109. De continuo está mi vida en mis manos, mas no me he olvidado de tu ley.

110. Me tendieron trampa los malvados, pero yo no me desvié de tus preceptos.

111. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón.

112. Mi corazón he inclinado a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.

113. Aborrezco a los de doble ánimo, pero amo tu ley.

114. Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado.

115. Apartaos de mí, malhechores, pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no permitas que me avergüence de mi esperanza.

117. Sostenme, y seré salvo; y yo siempre tendré en cuenta tus estatutos.

118. Has hollado a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su astucia es falsedad.

119. Como escoria hiciste desechar a todos los malvados de la tierra; por tanto, yo he amado tus testimonios.

120. Mi carne se estremece por temor de ti, y de tus juicios tengo miedo.

121. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores.

122. Sé fiador de tu siervo para bien; no me opriman los soberbios.

123. Mis ojos desfallecen por tu salvación y por la palabra de tu justicia.