19. Y no se debilitó en la fe ni consideró su cuerpo, ya como muerto (siendo de casi cien años), ni muerta la matriz de Sara;
20. tampoco dudó de la promesa de Dios con incredulidad; antes bien, se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21. plenamente convencido de que Dios también era poderoso para hacer todo lo que había prometido.
22. Por lo cual también su fe le fue contada por justicia.
23. Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada,
24. sino también con respecto a nosotros, a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús Señor nuestro,
25. el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.