11. Los levitas, pues, calmaban a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque el día es santo, y no os entristezcáis.
12. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a enviar porciones y a gozar de gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.
13. Y al día siguiente se reunieron los jefes de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, con el escriba Esdras para entender las palabras de la ley.
14. Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado, por medio de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en enramadas en la fiesta solemne del mes séptimo;
15. y que hiciesen saber, y proclamasen por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte y traed ramas de olivo, y ramas de olivo silvestre, y ramas de arrayán, y ramas de palmeras y ramas de todo árbol frondoso, para hacer enramadas como está escrito.
16. Salió, pues, el pueblo, y las trajeron e hicieron enramadas, cada uno sobre su terrado, y en sus patios, y en los patios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraín.
17. Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo enramadas y en enramadas habitó, porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.
18. Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último; e hicieron la fiesta solemne durante siete días, y al octavo día hubo una asamblea solemne, conforme al decreto.