Reina-Valera 1909

Nehemías 13:17-31 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

17. Y contendí con los nobles de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es ésta que vosotros hacéis, profanando así el día de reposo?

18. ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre nosotros y sobre esta ciudad? Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo.

19. Y sucedió que, cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén, antes del día de reposo, mandé que se cerrasen las puertas y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de reposo no entrase ninguna carga.

20. Y se quedaron fuera de Jerusalén una o dos veces los negociantes y los que vendían toda especie de mercancía.

21. Y los amonesté y les dije: ¿Por qué pasáis la noche delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en día de reposo.

22. Y dije a los levitas que se purificasen y fuesen a guardar las puertas, para santificar el día de reposo. También por esto acuérdate de mí, oh Dios mío, y ten piedad de mí según la abundancia de tu misericordia.

23. Vi asimismo en aquellos días a judíos que habían tomado esposas asdoditas, amonitas y moabitas;

24. y la mitad de sus hijos hablaban la lengua de Asdod, porque no sabían hablar judaico, sino que hablaban conforme a la lengua de cada pueblo.

25. Y contendí con ellos, y los maldije, y golpeé a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos y les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis sus hijas para vuestros hijos ni para vosotros mismos.

26. ¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Aunque en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado por su Dios y Dios lo había hecho rey sobre todo Israel, pero aun a él le hicieron pecar las mujeres extranjeras.

27. ¿Y habremos de escucharos a vosotros y cometer todo este mal tan grande de actuar con infidelidad contra nuestro Dios, tomando esposas extranjeras?

28. Y uno de los hijos de Joiada, hijo de Eliasib, el sumo sacerdote, era yerno de Sanbalat, el horonita; por tanto, lo eché de mi lado.

29. Acuérdate de ellos, oh Dios mío, porque han contaminado el sacerdocio, y el convenio del sacerdocio y de los levitas.

30. Los purifiqué, pues, de todo extranjero y puse a los sacerdotes y a los levitas en sus oficios, a cada uno en su obra;

31. y para la ofrenda de leña en los tiempos señalados, y para las primicias. ¡Acuérdate de mí, oh Dios mío, para bien!