29. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
30. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala y échala de ti; porque mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
31. También fue dicho: Cualquiera que repudie a su esposa, déle carta de divorcio.
32. Pero yo os digo que el que repudia a su esposa, a no ser por causa de adulterio, hace que ella cometa adulterio; y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
33. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No jurarás falsamente, sino que cumplirás al Señor tus juramentos.
34. Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35. ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro ni un solo cabello.
37. Mas sea vuestro hablar: Sí, sí, o No, no, porque lo que es más de esto, del mal procede.
38. Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39. Pero yo os digo: No resistáis al malo; antes bien, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;