Reina-Valera 1909

Mateo 27:37-51 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

37. Y pusieron sobre su cabeza su acusación escrita: Éste es Jesús, el Rey de los judíos.

38. Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.

39. Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,

40. y diciendo: Tú, el que derribas el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.

41. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:

42. A otros salvó, pero a sí mismo no puede salvarse. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.

43. Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere, porque ha dicho: Soy el Hijo de Dios.

44. También le insultaban los ladrones que estaban crucificados con él.

45. Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

46. Y cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: ¡Elí, Elí!, ¿lama sabactani? Esto es: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?

47. Y algunos de los que estaban allí, al oírle, decían: A Elías llama éste.

48. Y en seguida, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio de beber.

49. Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

50. Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

51. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló y las rocas se partieron;