Reina-Valera 1909

Mateo 26:63-75 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

63. Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.

64. Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

65. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.

66. ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es culpable de muerte!

67. Entonces le escupieron en el rostro y le dieron de puñetazos; y otros le abofeteaban,

68. diciendo: Profetízanos tú, Cristo, quién es el que te ha golpeado.

69. Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se acercó a él una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús, el galileo.

70. Pero él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.

71. Y saliendo él a la puerta, le vio otra y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús de Nazaret.

72. Y negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.

73. Y un poco después se acercaron los que estaban por allí y dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.

74. Entonces él comenzó a maldecir y a jurar, diciendo: ¡No conozco al hombre! Y en seguida cantó el gallo.

75. Entonces se acordó Pedro de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.