Reina-Valera 1909

Mateo 26:47-54 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

47. Mientras todavía hablaba, he aquí llegó Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.

48. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo bese, ése es; prendedle.

49. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: Salve, Maestro. Y le besó.

50. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron, y echaron mano a Jesús y le prendieron.

51. Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

52. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.

53. ¿Acaso piensas que no puedo orar a mi Padre ahora, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?

54. ¿Cómo, pues, se cumplirían las Escrituras de que así debe suceder?