Reina-Valera 1909

Mateo 26:38-46 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

38. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo.

39. Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.

40. Y vino a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?

41. Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

42. Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.

43. Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.

44. Y dejándolos, se fue de nuevo y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.

45. Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.

46. ¡Levantaos, vamos! He aquí ha llegado el que me entrega.