16. entonces los que estén en Judea huyan a los montes;
17. y el que esté en la azotea no descienda para sacar algo de su casa;
18. y el que esté en el campo no vuelva atrás a tomar su ropa.
19. Mas, ¡ay de las que estén encintas y de las que estén criando en aquellos días!
20. Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;
21. porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
22. Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
23. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o allí, no lo creáis.
24. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
25. He aquí, os lo he dicho antes.
26. Así que, si os dijeren: He aquí está en el desierto, no salgáis; he aquí está en los aposentos, no lo creáis.
27. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
28. Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.
29. E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.