9. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su esposa, a no ser por causa de adulterio, y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada comete adulterio.
10. Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su esposa, no conviene casarse.
11. Entonces él les dijo: No todos pueden recibir esta palabra, sino sólo aquellos a quienes es dado.
12. Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron a sí mismos eunucos por causa del reino de los cielos; el que sea capaz de aceptar esto, que lo acepte.
13. Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos y orase; pero los discípulos los reprendieron.
14. Y Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí y no les impidáis hacerlo, porque de los tales es el reino de los cielos.
15. Y habiendo puesto las manos sobre ellos, partió de allí.
16. Y he aquí uno, acercándose, le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17. Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, a saber, Dios; y si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.
18. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no dirás falso testimonio;
19. honra a tu padre y a tu madre; y, amarás a tu prójimo como a ti mismo.
20. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?
21. Le dijo Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
22. Y al oír el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
23. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos.
24. Mas os digo que es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.