Reina-Valera 1909

Mateo 13:31-47 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

31. Otra parábola les relató, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo.

32. A la verdad es la más pequeña de todas las semillas, mas cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol, y vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

33. Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo quedó leudado.

34. Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba,

35. para que se cumpliese lo que fue dicho por medio del profeta, cuando dijo:Abriré en parábolas mi boca;declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

36. Entonces, una vez despedida la gente, Jesús entró en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

37. Y, respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre;

38. y el campo es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo;

39. y el enemigo que la sembró es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

40. De manera que, como se arranca la cizaña y se quema en el fuego, así será en el fin de este mundo.

41. El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que causan tropiezo y a los que hacen iniquidad,

42. y los echarán al horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes.

43. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

44. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla y lo esconde de nuevo; y lleno de gozo por ello, va y vende todo lo que tiene y compra aquel campo.

45. También el reino de los cielos es semejante al mercader que busca buenas perlas,

46. y que, habiendo hallado una perla de gran precio, fue y vendió todo lo que tenía y la compró.

47. Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red que, echada al mar, recoge toda clase de peces,