41. El que recibe a un profeta porque es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo porque es justo, recompensa de justo recibirá.
42. Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, porque es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.