Mateo

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Reina-Valera 1909

Mateo 20 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.

2. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.

3. Y saliendo cerca de la hora tercera, vio a otros que estaban en la plaza desocupados

4. y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.

5. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.

6. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban sin trabajo y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?

7. Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a la viña y recibiréis lo que sea justo.

8. Y al atardecer, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.

9. Y cuando vinieron los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.

10. Y al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más, pero también ellos recibieron cada uno un denario.

11. Y tomándolo, murmuraban contra el padre de familia,

12. diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día.

13. Y él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?

14. Toma lo que es tuyo y vete; mas quiero darle a este postrero como a ti.

15. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?, o, ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno?

16. Así, los primeros serán postreros y los postreros, primeros; porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos.

17. Y subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino y les dijo:

18. He aquí, subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;

19. y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, y le azoten y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.

20. Entonces se acercó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.

21. Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu reino.

22. Entonces Jesús, respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.

23. Y él les dijo: A la verdad de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre.

24. Y cuando los diez oyeron esto, se enojaron con los dos hermanos.

25. Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos potestad.

26. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor;

27. y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo,

28. así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.

29. Entonces, saliendo ellos de Jericó, le seguía una gran multitud.

30. Y he aquí dos ciegos estaban sentados junto al camino, y cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

31. Y la gente los reprendía para que callasen, pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

32. Y, deteniéndose Jesús, los llamó y les dijo: ¿Qué queréis que haga por vosotros?

33. Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos.

34. Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos, les tocó los ojos, y al instante sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.