8. Y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino una sola carne.
9. Por tanto, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.
10. Y en casa volvieron los discípulos a preguntarle sobre lo mismo.
11. Y les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio contra ella;