30. Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella.
31. Entonces, acercándose él, la tomó de la mano y la levantó; y al instante la dejó la fiebre, y ella les servía.
32. Y cuando cayó la tarde, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que estaban enfermos y los endemoniados;