Reina-Valera 1909

Lucas 9:30-47 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

30. Y he aquí dos varones que hablaban con él, que eran Moisés y Elías,

31. quienes aparecieron en gloria, y hablaban de la partida de Jesús, la cual había de cumplirse en Jerusalén.

32. Y Pedro y los que estaban con él estaban rendidos de sueño; y cuando despertaron del todo, vieron la gloria de Jesús y a aquellos dos varones que estaban con él.

33. Y aconteció que, al apartarse ellos de él, Pedro le dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, y una para Moisés y una para Elías, sin saber lo que decía.

34. Y mientras él decía esto, vino una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar ellos en la nube.

35. Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a él oíd.

36. Y cuando cesó aquella voz, Jesús fue hallado solo. Y ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

37. Y aconteció al día siguiente que, cuando hubieron bajado ellos del monte, una gran multitud les salió al encuentro.

38. Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo, que es el único que tengo.

39. Y he aquí un espíritu le toma, y de repente da voces; y le sacude y le hace echar espumarajos, y magullándole, difícilmente se aparta de él.

40. Y rogué a tus discípulos que lo echasen fuera, pero no pudieron.

41. Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros y os he de soportar? Trae acá a tu hijo.

42. Y mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó y le sacudió; mas Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.

43. Y todos estaban atónitos de la grandeza de Dios. Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos:

44. Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras, porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.

45. Pero ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle acerca de ellas.

46. Entonces entraron en discusión sobre cuál de ellos sería el mayor.

47. Pero Jesús, percibiendo los pensamientos del corazón de ellos, tomó a un niño y lo puso junto a sí,