13. Jesús entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.
14. Y él le mandó que no se lo dijese a nadie. Ve, le dijo, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación como mandó Moisés, para testimonio a ellos.
15. Pero más y más se extendía su fama; y se reunían muchas multitudes para oírle y para que los sanara de sus enfermedades.
16. Pero él se apartaba a lugares desiertos y oraba.