Reina-Valera 1909

Lucas 4:5-25 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Y le llevó el diablo a un alto monte y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.

6. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy;

7. pues si tú me adorares, todos serán tuyos.

8. Y respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

9. Entonces le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, lánzate de aquí abajo,

10. porque escrito está:A sus ángeles mandará para que te guarden;

11. y en las manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra.

12. Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

13. Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se alejó de él por un tiempo.

14. Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la región de alrededor,

15. y enseñaba en las sinagogas de ellos y era glorificado por todos.

16. Y vino a Nazaret, donde se había criado; y, conforme a su costumbre, el día de reposo entró en la sinagoga y se levantó a leer.

17. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el rollo, halló el lugar donde estaba escrito:

18. El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los quebrantados,

19. a predicar el año agradable del Señor.

20. Y enrollando el libro, lo dio al ayudante y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.

21. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.

22. Y todos daban testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?

23. Y les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaúm, haz también aquí en tu tierra.

24. Y dijo: De cierto os digo que ningún profeta es aceptado en su propia tierra.

25. Mas en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;