36. Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una.
37. Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado, porque lo que está escrito de mí tiene cumplimiento.
38. Entonces ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas. Y él les dijo: Basta.
39. Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.
40. Y cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación.
41. Y él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
42. diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
43. Entonces se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
44. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a tierra.
45. Y cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;
46. y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación.
47. Mientras él aún hablaba, he aquí llegó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos y se acercó a Jesús para besarlo.
48. Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
49. Y al ver los que estaban con él lo que iba a suceder, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
50. Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.
51. Entonces, respondiendo Jesús, dijo: Dejad, basta ya. Y tocando su oreja, le sanó.
52. Y Jesús dijo a los que habían venido a él, los principales sacerdotes, y los oficiales del templo y los ancianos: ¿Así como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos?
53. Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas ésta es vuestra hora y la de la potestad de las tinieblas.
54. Y apresándole, le llevaron y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos.