3. Entonces dijo: En verdad os digo que esta viuda pobre echó más que todos.
4. Porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ella, de su pobreza, echó todo el sustento que tenía.
5. Y a unos que hablaban de que el templo estaba adornado de hermosas piedras y dádivas, dijo:
6. En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
7. Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas estén a punto de suceder?
8. Él entonces dijo: Mirad que no seáis engañados, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y: el tiempo está cerca; por tanto, no vayáis en pos de ellos.
9. Pero cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero; mas el fin no será inmediatamente.
10. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación y reino contra reino;
11. y habrá grandes terremotos y, en varios lugares, hambres y pestilencias; y habrá cosas terribles y grandes señales del cielo.
12. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre.
13. Y esto os será ocasión para dar testimonio.
14. Proponeos, pues, en vuestros corazones no pensar de antemano cómo habéis de responder;
15. porque yo os daré palabras y sabiduría, a las cuales no podrán resistir ni contradecir ninguno de los que se os opongan.
16. Y seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes y amigos; y matarán a algunos de vosotros.
17. Y seréis aborrecidos por todos por causa de mi nombre.