29. Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra,
30. porque han visto mis ojos tu salvación,
31. la cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
32. luz para revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.
33. Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de él.