Reina-Valera 1909

Lucas 11:33-49 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

33. Nadie pone en oculto la vela encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entren vean la luz.

34. La lámpara del cuerpo es el ojo; pues si tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero si es malo, también tu cuerpo está en tinieblas.

35. Mira, pues, no sea que la luz que hay en ti sea tinieblas.

36. Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.

37. Y luego que hubo hablado, le rogó un fariseo que comiese con él; y Jesús entró y se sentó a la mesa.

38. Y el fariseo, cuando lo vio, se sorprendió de que no se hubiese lavado antes de comer.

39. Y el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato; pero vuestro interior está lleno de rapiña y de maldad.

40. ¡Necios!, el que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?

41. Pero de lo que tenéis, dad limosna; y he aquí todo os será limpio.

42. Pero, ¡ay de vosotros, fariseos!, que diezmáis la menta, y la ruda y toda hortaliza; pero pasáis por alto el juicio y la caridad de Dios. Pues estas cosas os era necesario hacer, sin dejar de hacer las otras.

43. ¡Ay de vosotros, fariseos!, que amáis las primeras sillas en las sinagogas y las salutaciones en las plazas.

44. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan por encima no lo saben.

45. Y respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas a nosotros.

46. Y él le dijo: ¡Ay de vosotros también, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar, pero vosotros ni aun con un dedo las tocáis.

47. ¡Ay de vosotros!, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres.

48. De cierto dais testimonio de que consentís en los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

49. Por eso, la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,