14. Y estaba Jesús echando fuera un demonio, el cual era mudo; y aconteció que, después de haber salido fuera el demonio, el mudo habló y la gente se maravilló.
15. Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.
16. Y otros, para tentarle, le pedían una señal del cielo.
17. Pero él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.