31. Y dejaré desiertas vuestras ciudades, y asolaré vuestros santuarios y no oleré la fragancia de vuestro suave perfume.
32. Yo asolaré también la tierra, y se pasmarán por ello vuestros enemigos que en ella moren;
33. y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré la espada en pos de vosotros; y vuestra tierra quedará asolada, y desoladas vuestras ciudades.
34. Entonces la tierra disfrutará de sus días de reposo todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y disfrutará de sus días de reposo.
35. Todo el tiempo que esté asolada tendrá el descanso del que no disfrutó en vuestros días de reposo mientras habitabais en ella.