17. Y no engañe ninguno a su prójimo, sino que tendrás temor de tu Dios, porque yo soy Jehová, vuestro Dios.
18. Cumplid, pues, mis estatutos, y guardad mis decretos y ponedlos por obra, y habitaréis seguros en la tierra.
19. Y la tierra dará su fruto, y comeréis hasta que os saciéis y habitaréis en ella con seguridad.
20. Y si decís: ¿Qué comeremos el séptimo año, puesto que no hemos de sembrar ni hemos de recoger nuestras cosechas?
21. Entonces yo os enviaré mi bendición el sexto año, y producirá fruto para tres años.
22. Y sembraréis en el octavo año, y comeréis del fruto añejo; hasta el año noveno, hasta que venga su fruto, comeréis del añejo.
23. Y la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es, y vosotros sois peregrinos y extranjeros para conmigo.
24. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, otorgaréis el derecho de redimir la tierra.
25. Si tu hermano se empobrece y vende algo de su posesión, vendrá su pariente más cercano y rescatará lo que su hermano haya vendido.
26. Y cuando el hombre no tenga rescatador, pero consiga lo suficiente para el rescate,
27. entonces contará los años desde su venta y pagará lo que quede al hombre a quien la haya vendido, y volverá a su posesión.