1. Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
2. Cuando el hombre tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción o mancha blanca, y haya en la piel de su cuerpo como llaga de lepra, será llevado a Aarón, el sacerdote, o a uno de sus hijos, los sacerdotes.
3. Y el sacerdote mirará la llaga en la piel del cuerpo; si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco y parece la llaga más hundida que la piel del cuerpo, llaga de lepra es; y el sacerdote le reconocerá y le declarará impuro.