Reina-Valera 1909

Lamentaciones 4:1-4 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. ¡Cómo se ha oscurecido el oro! ¡Cómo ha cambiado el oro puro! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.

2. Los hijos preciados de Sión, estimados más que el oro puro, ¡cómo son ahora estimados como vasijas de barro, obra de manos de alfarero!

3. Aun los chacales amamantan a sus cachorros, pero la hija de mi pueblo es cruel como los avestruces del desierto.

4. La lengua del niño de pecho de sed se pegó a su paladar; los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo repartiese.