38. Y los israelitas habían concertado una señal con los de las emboscadas: que hiciesen subir una gran columna de humo desde la ciudad.
39. Luego, pues, que los de Israel retrocedieron en la batalla, los de Benjamín comenzaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, y decían: Ciertamente ellos han caído delante de nosotros, como en la primera batalla.
40. Mas cuando la llama comenzó a subir de la ciudad con una columna de humo, los de Benjamín miraron hacia atrás, y he aquí que el fuego de la ciudad subía al cielo.