1. Hubo un hombre de los montes de Efraín que se llamaba Micaía,
2. el cual dijo a su madre: Las mil cien piezas de plata que te fueron hurtadas, por lo que tú maldecías, oyéndolo yo, he aquí que yo las tengo; yo las tomé. Entonces la madre le dijo: Bendito seas de Jehová, hijo mío.