Reina-Valera 1909

Juan 6:10-27 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

10. Entonces Jesús dijo: Haced recostar a la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar, y se recostaron como en número de cinco mil hombres.

11. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los discípulos, y los discípulos a los que estaban recostados; asimismo repartió de los pescados, cuanto querían.

12. Y cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged lo que ha quedado, para que no se pierda nada.

13. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada que les sobraron a los que habían comido.

14. Entonces aquellos hombres, cuando vieron el milagro que Jesús había hecho, dijeron: Verdaderamente éste es el profeta que había de venir al mundo.

15. Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte, él solo.

16. Y al anochecer, descendieron sus discípulos al mar;

17. y entrando en una barca, iban cruzando al otro lado del mar hacia Capernaúm. Y estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos.

18. Y se encrespaba el mar con un gran viento que soplaba.

19. Y cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y que se acercaba a la barca, y tuvieron miedo.

20. Mas él les dijo: ¡Yo soy; no temáis!

21. Ellos entonces le recibieron con gusto en la barca, y en seguida la barca llegó a la tierra a donde iban.

22. Al día siguiente, la gente que estaba al otro lado del mar vio que no había habido allí más que una sola barca y que Jesús no había entrado en ella con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían ido solos.

23. Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias el Señor.

24. Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las barcas y fueron a Capernaúm, buscando a Jesús.

25. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá?

26. Les respondió Jesús y dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto los milagros, sino porque comisteis el pan y os saciasteis.

27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste selló Dios el Padre.