38. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
39. Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
40. Entonces vinieron los samaritanos a él y le rogaron que se quedase con ellos, y se quedó allí dos días.
41. Y muchos más creyeron por la palabra de él.
42. Y decían a la mujer: Ya no creemos sólo por tu palabra, porque nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo, el Cristo.