Reina-Valera 1909

Juan 18:1-18 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. Cuando Jesús hubo dicho estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del arroyo Cedrón, donde había un huerto en el cual entró Jesús con sus discípulos.

2. Y también Judas, el que le iba a entregar, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.

3. Judas, pues, tomando una compañía de soldados y guardias de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas.

4. Pero Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis?

5. Le respondieron: A Jesús de Nazaret. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.

6. Y cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra.

7. Volvió, pues, a preguntarles: ¿A quién buscáis? Y ellos dijeron: A Jesús de Nazaret.

8. Jesús respondió: Os he dicho que yo soy. Pues si a mí me buscáis, dejad ir a éstos,

9. para que así se cumpliese la palabra que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno.

10. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó, e hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco.

11. Jesús entonces dijo a Pedro: Guarda la espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?

12. Entonces la compañía de soldados, y el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús y le ataron.

13. Y le llevaron primeramente ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.

14. Y Caifás era el que había dado el consejo a los judíos de que convenía que un hombre muriese por el pueblo.

15. Y Simón Pedro y otro discípulo seguían a Jesús. Y este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote;

16. mas Pedro estaba fuera, a la puerta. Y salió aquel discípulo que era conocido del sumo sacerdote, y habló a la portera e hizo entrar a Pedro.

17. Entonces la criada portera dijo a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dijo él: No lo soy.

18. Y estaban de pie los siervos y los guardias que habían encendido un fuego, porque hacía frío y se calentaban; y también con ellos estaba Pedro de pie, calentándose.