Reina-Valera 1909

Josué 24:13-24 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

13. Y os di la tierra por la cual no trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales moráis; y coméis de las viñas y de los olivares que no plantasteis, coméis.

14. Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio de vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid a Jehová.

15. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

16. Entonces el pueblo respondió, y dijo: Nunca tal acontezca, que dejemos a Jehová para servir a otros dioses,

17. porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre; el que delante de nuestros ojos ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado a lo largo de todo el camino por donde hemos andado, y en todos los pueblos por entre los cuales pasamos.

18. Y Jehová expulsó de delante de nosotros a todos los pueblos, y aun al amorreo que habitaba en la tierra; nosotros, pues, también serviremos a Jehová, porque él es nuestro Dios.

19. Entonces Josué dijo al pueblo: No podréis servir a Jehová, porque él es Dios santo, y Dios celoso; no perdonará vuestras rebeliones ni vuestros pecados.

20. Si dejáis a Jehová y servís a dioses ajenos, él se volverá contra vosotros y os hará mal y os consumirá, después que os ha hecho bien.

21. El pueblo entonces dijo a Josué: No, sino que a Jehová serviremos.

22. Y Josué respondió al pueblo: Vosotros sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido a Jehová para servirle. Y ellos respondieron: Testigos somos.

23. Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.

24. Y el pueblo respondió a Josué: A Jehová nuestro Dios serviremos, y su voz obedeceremos.