Reina-Valera 1909

Josué 22:20-34 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

20. ¿No cometió Acán hijo de Zera transgresión en el anatema, y cayó la ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.

21. Entonces los hijos de Rubén, y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, respondieron y dijeron a los jefes de los millares de Israel:

22. El Dios de los dioses, Jehová, el Dios de los dioses, Jehová, él lo sabe, y que lo sepa Israel: si fue por rebelión o por transgresión contra Jehová, no nos salves hoy.

23. Si nos hemos edificado altar para apartarnos de Jehová o para ofrecer holocausto u ofrenda de grano, o para hacer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová nos lo demande.

24. En verdad, lo hicimos por temor de que mañana vuestros hijos digan a nuestros hijos: ¿Qué tenéis que ver vosotros con Jehová el Dios de Israel?

25. Jehová ha puesto por límite el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte con Jehová. Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a Jehová.

26. Por esto dijimos: Edifiquemos ahora un altar, no para holocausto ni para sacrificio,

27. sino para que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros, de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con nuestros sacrificios, y con nuestras ofrendas de paz; y no digan mañana vuestros hijos a los nuestros: Vosotros no tenéis parte con Jehová.

28. Nosotros, pues, dijimos: Si acontece que en lo futuro nos dicen eso a nosotros o a nuestros descendientes, entonces responderemos: Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos ni para sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros.

29. Nunca tal acontezca que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando altar para holocaustos, para ofrendas de grano, o para sacrificios, además del altar de Jehová nuestro Dios que está delante de su tabernáculo.

30. Y cuando Finees el sacerdote y los príncipes de la congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, oyeron las palabras que hablaron los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manasés, quedaron contentos con ello.

31. Y dijo Finees, hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, porque no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová.

32. Y Finees, hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, dejaron a los hijos de Rubén, y a los hijos de Gad, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los cuales dieron la respuesta.

33. Y el asunto agradó a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad.

34. Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron al altar el nombre de Ed, porque es testimonio entre nosotros de que Jehová es Dios.