Reina-Valera 1909

Job 4:3-13 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

3. He aquí, tú enseñabas a muchos y las manos débiles fortalecías.

4. Al que tropezaba, tus palabras sostenían; y fortalecías las rodillas débiles.

5. Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y ahora que ha llegado a ti, te turbas.

6. ¿No es esto tu temor, tu confianza, tu esperanza y la perfección de tus caminos?

7. Recuerda, te ruego, ¿quién, siendo inocente, ha perecido jamás? O, ¿dónde han sido destruidos los rectos?

8. Como yo he visto, los que aran iniquidad y siembran aflicción, eso mismo siegan.

9. Perecen por el aliento de Dios, y por el soplo de su furor son consumidos.

10. El rugido del león, y la voz del león y los dientes de los leoncillos son quebrantados.

11. El león viejo perece por falta de presa, y los cachorros de la leona se dispersan.

12. Un asunto me fue traído en secreto, y mi oído ha percibido algo de ello.

13. En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño profundo cae sobre los hombres,