18. y dense prisa y levanten llanto por nosotros, y corran lágrimas de nuestros ojos, y nuestros párpados destilen agua.
19. Porque voz de lamentación se oye desde Sión: ¡Cómo hemos sido destruidos! En gran manera hemos sido avergonzados, porque hemos abandonado la tierra, porque han derribado nuestras moradas.
20. Oíd, pues, oh mujeres, la palabra de Jehová, y vuestro oído reciba la palabra de su boca; y enseñad endechas a vuestras hijas y cada una a su amiga lamentos.
21. Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas y ha entrado en nuestros palacios, para talar a los niños de las calles, a los jóvenes de las plazas.
22. Di: Así dice Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol sobre la faz del campo y como manojos tras el segador, y no hay quien los recoja.