Reina-Valera 1909

Jeremías 8:6-19 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

6. Escuché y oí; no hablan lo que es recto; no hay hombre que se arrepienta de su maldad, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su propia carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.

7. Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo; y la tórtola, y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Jehová.

8. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente, he aquí, la pluma mentirosa de los escribas la ha convertido en mentira.

9. Los sabios son avergonzados; están abatidos y presos; he aquí, han rechazado la palabra de Jehová, ¿y qué sabiduría tienen?

10. Por tanto, daré a otros sus esposas, y sus campos a quienes los posean; porque desde el más pequeño hasta el más grande, cada uno sigue la avaricia; desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el engaño.

11. Y curan el quebranto de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; pero no hay paz.

12. ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo, ni aun saben tener vergüenza; caerán, por tanto, entre los que caigan; cuando los castigue, caerán, dice Jehová.

13. Los consumiré del todo, dice Jehová. No habrá uvas en la vid ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos.

14. ¿Por qué permanecemos sentados? Reuníos, y entremos en las ciudades fortificadas; y allí guardaremos silencio, porque Jehová nuestro Dios nos ha hecho callar y nos ha dado a beber agua de hiel, porque pecamos contra Jehová.

15. Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de curación, y he aquí, turbación.

16. Desde Dan se oyó el resoplido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus fuertes corceles tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, la ciudad y a los moradores de ella.

17. Porque, he aquí, yo envío entre vosotros serpientes, víboras contra las cuales no hay encantamiento, y os morderán, dice Jehová.

18. A causa de mi fuerte dolor; mi corazón desfallece en mí.

19. He aquí, la voz del clamor de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana: ¿No está Jehová en Sión? ¿No está en ella su rey? ¿Por qué me provocaron a ira con sus imágenes talladas, con vanidades ajenas?