Reina-Valera 1909

Jeremías 52:7-20 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Y se abrió una brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que había cerca del jardín del rey; y se fueron por el camino del desierto, estando aún los caldeos junto a la ciudad alrededor.

8. Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey, y alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó; y todo su ejército se dispersó de su lado.

9. Entonces prendieron al rey y le llevaron ante el rey de Babilonia, a Ribla, en la tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él.

10. Y degolló el rey de Babilonia a los hijos de Sedequías ante sus propios ojos, y también degolló a todos los príncipes de Judá en Ribla.

11. Entonces, a Sedequías le sacó los ojos y le ató con grilletes; y el rey de Babilonia lo hizo llevar a Babilonia, y lo puso en la casa de la cárcel hasta el día de su muerte.

12. Y en el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que servía delante del rey de Babilonia.

13. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; y quemó con fuego todo edificio de los grandes hombres.

14. Y todo el ejército de los caldeos que venía con el capitán de la guardia destruyó todos los muros alrededor de Jerusalén.

15. E hizo llevar cautivos Nabuzaradán, capitán de la guardia, a los pobres del pueblo y a toda la otra gente del pueblo que había quedado en la ciudad, y a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y a todo el resto de la multitud del pueblo.

16. Mas de los pobres del país dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, para que fueran viñadores y labradores.

17. Y los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, y las basas y el mar de bronce que estaba en la casa de Jehová, y llevaron todo el bronce de ella a Babilonia.

18. Se llevaron también los calderos, y las palas, y las despabiladeras, y los tazones, y las cucharas y todos los utensilios de bronce con que se servía.

19. Y las vasijas, y los incensarios, y los tazones, y las ollas, y los candeleros, y las cucharas y las tazas; lo que era de oro en oro, y lo que era de plata en plata, se lo llevó el capitán de la guardia.

20. Con respecto a las dos columnas, el mar y los doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas, que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová, el peso del bronce de todo esto era incalculable.