21. Y os lo he declarado hoy, pero no habéis obedecido la voz de Jehová vuestro Dios ni a ninguna de las cosas que él me envió a deciros.
22. Ahora, pues, sabed ciertamente que por la espada, y por el hambre y por la pestilencia moriréis en el lugar donde deseasteis entrar para peregrinar allí.