Reina-Valera 1909

Jeremías 32:6-20 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

6. Y dijo Jeremías: La palabra de Jehová vino a mí, diciendo:

7. He aquí que Hanameel, hijo de tu tío Salum, viene a ti, diciendo: Compra mi campo que está en Anatot, porque tú tienes el derecho de redimir para comprarlo.

8. Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra de Jehová, al patio de la cárcel, y me dijo: Compra ahora mi campo que está en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti te corresponde la redención; cómpralo para ti. Entonces comprendí que era la palabra de Jehová.

9. Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero: diecisiete siclos de plata.

10. Y escribí la carta y la sellé, y la hice atestiguar con testigos, y pesé el dinero en la balanza.

11. Tomé luego la carta de compra, sellada según la ley y los estatutos, y la copia abierta.

12. Y di la carta de compra a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel, el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de compra, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel.

13. Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo:

14. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma estas cartas, esta carta de compra, la sellada, y esta carta abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven muchos días.

15. Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se comprarán casas, y campos y viñas en esta tierra.

16. Y después que di la carta de compra a Baruc hijo de Nerías, oré a Jehová, diciendo:

17. ¡Ah, Señor Jehová!, he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti,

18. que haces misericordia a millares y retribuyes la iniquidad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre.

19. Grande eres en consejo y magnífico en hechos, porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos y según el fruto de sus obras.

20. Tú pusiste señales y maravillas en la tierra de Egipto hasta este día, y en Israel y entre los hombres; y te has hecho un nombre como en este día;