Reina-Valera 1909

Jeremías 13:5-20 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

5. Fui, pues, y lo escondí junto al Éufrates, como Jehová me había mandado.

6. Y sucedió que al cabo de muchos días me dijo Jehová: Levántate, y ve al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allá.

7. Entonces fui al Éufrates, y cavé y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido; y he aquí que el cinto se había podrido; ya no servía para nada.

8. Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:

9. Así ha dicho Jehová: Así haré podrir la soberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén.

10. Este pueblo malo, que no quiere escuchar mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto que ya no sirve para nada.

11. Porque como el cinto se ajusta a los lomos del hombre, así hice que se ajustara a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová, para que fuesen mi pueblo y para renombre, y para alabanza y para honra; pero no escucharon.

12. Les dirás, pues, esta palabra: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Todo odre se llenará de vino. Y ellos te dirán: ¿Acaso no sabemos que todo odre se llenará de vino?

13. Entonces les has de decir: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo llenaré de embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes que se sientan en el trono de David, y a los sacerdotes, y a los profetas y a todos los moradores de Jerusalén;

14. y los estrellaré el uno contra el otro, los padres con los hijos juntamente, dice Jehová; no perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, sino que los destruiré.

15. Escuchad y oíd; no seáis soberbios, pues Jehová ha hablado.

16. Dad gloria a Jehová vuestro Dios, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis la luz, y os la convierta en sombra de muerte y densas tinieblas.

17. Mas si no escucháis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia; y mis ojos llorarán amargamente y se desbordarán de lágrimas, porque el rebaño de Jehová es llevado cautivo.

18. Di al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra, porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas.

19. Las ciudades del sur fueron cerradas, y no hubo quien las abriese; toda Judá fue llevada cautiva, llevada en cautiverio fue toda ella.

20. Alzad vuestros ojos y ved a los que vienen del norte. ¿Dónde está el rebaño que te fue dado, tu hermosa grey?