20. Tú ves muchas cosas, pero no las observas. Los oídos están abiertos, pero nadie oye.
21. Jehová se complació, por causa de su justicia, en magnificar la ley y engrandecerla.
22. Mas éste es un pueblo saqueado y despojado, todos ellos atrapados en cavernas y escondidos en cárceles; se han convertido en botín, y no hay quien los libre; y en despojo, y no hay quien diga: Restituidlos.
23. ¿Quién de vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará con respecto al porvenir?
24. ¿Quién dio a Jacob en botín y entregó a Israel a saqueadores? ¿No fue Jehová, contra quien pecamos? Porque no quisieron andar en sus caminos ni escucharon su ley.
25. Por tanto, derramó sobre él el furor de su ira y la ferocidad de la guerra; y le prendió fuego alrededor, pero no se dio cuenta; y lo encendió, pero no hizo caso.