12. ¿Quién demanda esto de vuestras manos cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?
13. No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo soportar; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.
14. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las aborrece mi alma; me son una carga; cansado estoy de soportarlas.
15. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo, cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.
16. Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.
17. Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, socorred al oprimido; haced justicia al huérfano, abogad por la viuda.
18. Venid ahora, dice Jehová, y razonemos juntos: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
19. Si queréis y escucháis, comeréis lo bueno de la tierra;
20. pero si rehusáis y os rebeláis, seréis devorados por la espada, porque la boca de Jehová lo ha dicho.
21. ¡Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel! Llena estaba de justicia; en ella habitaba la equidad, pero ahora, homicidas.