Isaías

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Reina-Valera 1909

Isaías 60 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. ¡Levántate , resplandece!, porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.

2. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad los pueblos; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.

3. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer.

4. Alza tus ojos y mira alrededor; todos éstos se han reunido, han venido a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos.

5. Entonces lo verás y resplandecerás; y se estremecerá y ensanchará tu corazón, porque se habrá vuelto a ti la abundancia del mar, y las riquezas de las naciones habrán llegado hasta ti.

6. Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso y proclamarán las alabanzas de Jehová.

7. Todo el ganado de Cedar será juntado para ti; carneros de Nebaiot estarán a tu disposición; serán ofrecidos con agrado sobre mi altar, y glorificaré la casa de mi gloria.

8. ¿Quiénes son éstos que vuelan como nubes y como palomas a sus ventanas?

9. Ciertamente a mí me esperarán las islas y las naves de Tarsis desde el principio, para traer a tus hijos de lejos, su plata y su oro con ellos, al nombre de Jehová tu Dios y al Santo de Israel, porque te ha glorificado.

10. Y los hijos de los extranjeros edificarán tus muros, y sus reyes te servirán, porque en mi ira te herí, mas en mi buena voluntad tendré de ti misericordia.

11. Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas las riquezas de las naciones y conducidos a ti sus reyes,

12. porque la nación y el reino que no te sirvan perecerán; y esas naciones serán del todo asoladas.

13. La gloria del Líbano vendrá a ti, cipreses, pinos y abetos juntamente, para embellecer el lugar de mi santuario; y yo glorificaré el lugar de mis pies.

14. Y vendrán ante ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las plantas de tus pies se encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel.

15. En lugar de estar abandonada y aborrecida, tanto que no había quien pasase por ti, te pondré en exaltación eterna, gozo de generación en generación.

16. Y serás amamantada con la leche de las naciones, y serás amamantada del pecho de los reyes; y sabrás que yo, Jehová, soy tu Salvador y tu Redentor, el Fuerte de Jacob.

17. En vez de bronce traeré oro, y en lugar de hierro traeré plata; y en lugar de madera, bronce; y en lugar de piedras, hierro; y pondré la paz como tus gobernantes y la justicia como tus capataces.

18. Nunca más se oirá de violencia en tu tierra, ni de destrucción ni de quebrantamiento en tus territorios, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas, Alabanza.

19. El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Jehová te será luz eterna, y el Dios tuyo, tu gloria.

20. No se pondrá jamás tu sol ni menguará tu luna, porque Jehová te será luz eterna, y los días de tu duelo se acabarán.

21. Y tu pueblo, todos ellos, serán justos; para siempre heredarán la tierra; serán los renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.

22. El pequeño llegará a ser un millar; el menor, una nación poderosa. Yo Jehová, a su tiempo, lo apresuraré.