Isaías

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Reina-Valera 1909

Isaías 52 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

1. ¡Despierta , despierta, vístete de tu poder, oh Sión! ¡Vístete de tus ropas hermosas, oh Jerusalén, ciudad santa! Porque nunca más vendrá a ti el incircunciso ni el impuro.

2. Sacúdete el polvo; levántate y siéntate, oh Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión.

3. Porque así dice Jehová: De balde fuisteis vendidos y sin dinero seréis redimidos.

4. Porque así dice Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para peregrinar allá; y Asiria lo oprimió sin razón.

5. Y ahora, ¿qué conmigo aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es llevado de balde? Y los que de él se enseñorean lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día.

6. Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre; por eso, en aquel día sabrán que yo soy el que habla: Heme aquí.

7. ¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que publica la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: Tu Dios reina!

8. Tus atalayas alzarán la voz; juntamente darán voces de júbilo, porque ojo a ojo verán cuando Jehová vuelva a traer a Sión.

9. Prorrumpid en alabanzas, cantad juntamente, ruinas de Jerusalén, porque Jehová ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.

10. Jehová ha desnudado su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.

11. Apartaos, apartaos, salid de ahí; no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; sed limpios los que lleváis los vasos de Jehová.

12. Porque no saldréis apresurados ni iréis huyendo, porque Jehová irá delante de vosotros, y vuestra retaguardia será el Dios de Israel.

13. He aquí, mi siervo actuará con prudencia; será exaltado y engrandecido, y será muy enaltecido.

14. Como muchos se asombraron de ti (su aspecto fue más desfigurado que el de cualquier otro hombre, y su apariencia más desfigurada que la de los hijos de los hombres),

15. así él rociará a muchas naciones. Los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado y entenderán lo que jamás habían oído.