Reina-Valera 1909

Hechos 7:48-60 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

48. Si bien el Altísimo no habita en templos hechos por mano, como dice el profeta:

49. El cielo es mi trono, y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis?, dice el Señor; ¿o cuál es el lugar de mi reposo?

50. ¿No hizo mi mano todas estas cosas?

51. ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

52. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien ahora vosotros habéis sido entregadores y asesinos;

53. vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles y no la guardasteis.

54. Y oyendo estas cosas, se enfurecían sus corazones y crujían los dientes contra él.

55. Pero Esteban, estando lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,

56. y dijo: ¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios!

57. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos y arremetieron a una contra él;

58. y echándolo fuera de la ciudad, le apedrearon. Y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo.

59. Y mientras apedreaban a Esteban, él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

60. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tengas en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.