Reina-Valera 1909

Hechos 23:15-34 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

15. Ahora, pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis averiguar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros, antes que él llegue, estaremos preparados para matarle.

16. Entonces el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo.

17. Y Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven al tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.

18. Él entonces, tomándole, le llevó al tribuno y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que te trajese a este joven, que tiene algo que hablarte.

19. Y el tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme?

20. Y él dijo: Los judíos han acordado rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él.

21. Pero tú no les creas, porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los que se han juramentado bajo maldición a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están preparados, esperando tu promesa.

22. Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le había dado aviso de esto.

23. Y llamando a dos centuriones, mandó que alistasen para la hora tercera de la noche doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, para que fuesen hasta Cesarea;

24. y que preparasen cabalgaduras en que, poniendo a Pablo, le llevasen a salvo ante Félix, el gobernador.

25. Y escribió una carta en estos términos:

26. Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix: Salud.

27. A este hombre, aprehendido por los judíos, y que iban ellos a matar, lo libré yo acudiendo con la tropa, habiendo sabido que era ciudadano romano.

28. Y queriendo saber la causa por la que le acusaban, le llevé al concilio de ellos;

29. y hallé que le acusaban por cuestiones de la ley de ellos, pero que ningún delito tenía digno de muerte o de prisión.

30. Pero cuando se me avisó de asechanzas que le habían preparado los judíos, en seguida le he enviado a ti, mandando también a los acusadores que traten delante de ti lo que tengan contra él. Pásalo bien.

31. Y los soldados, tomando a Pablo como les fue mandado, le llevaron de noche a Antípatris.

32. Y al día siguiente, dejando a los jinetes que fuesen con él, volvieron a la fortaleza.

33. Y cuando llegaron a Cesarea, dieron la carta al gobernador, y presentaron también a Pablo delante de él.

34. Y el gobernador, al leer la carta, preguntó de qué provincia era; y habiendo entendido que era de Cilicia,