Reina-Valera 1909

Hechos 21:7-27 Reina-Valera 1909 (RVR1909)

7. Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día.

8. Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, llegamos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, nos hospedamos con él.

9. Y éste tenía cuatro hijas, doncellas, que profetizaban.

10. Y permaneciendo nosotros allí durante muchos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo,

11. quien, viniendo a nosotros, tomó el cinto de Pablo y, atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles.

12. Cuando oímos esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar que no subiese a Jerusalén.

13. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.

14. Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor.

15. Y después de esos días, habiéndonos preparado, subimos a Jerusalén.

16. Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a uno llamado Mnasón, de Chipre, discípulo antiguo, con quien nos hospedaríamos.

17. Y cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con regocijo.

18. Y al día siguiente, Pablo fue con nosotros a ver a Jacobo; y todos los ancianos se hallaban reunidos,

19. a quienes, después que los hubo saludado, les contó detalladamente lo que Dios había hecho entre los gentiles por medio de su ministerio.

20. Y ellos, cuando lo oyeron, glorificaron a Dios y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos de la ley.

21. Pero se les ha informado acerca de ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apartarse de Moisés, diciéndoles que no han de circuncidar a sus hijos ni observar las costumbres.

22. ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido.

23. Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que han hecho voto.

24. Tómalos contigo, purifícate con ellos y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza, y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.

25. Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito en cuanto a nuestra decisión de que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación.

26. Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres y, al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando se ofrecería la ofrenda por cada uno de ellos.

27. Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a todo el pueblo y le echaron mano,